lunes, 17 de noviembre de 2014

Finalista en los premios Bitacoras 2014

Madrid, 17 de noviembre de 2014

Hace ya casi un mes que volvimos de tierras peruanas y aún tengo pendiente subir mis videos de este increíble viaje, espero sacar tiempo para ello. 

Y todavía sin aterrizar del todo, me encuentro con que mi blog Perú por cuatro duros, sin yo saberlo se convierte gracias a la gente y la promoción de mi compañero Alfonso, bloguero de viajes con su web Thewotme, en el tercer finalista de los Premios Bitácoras de RTVE 2014. Un gran honor y el más grande de los premios. Cuando el lunes pasado me dijeron que había sido tercer finalista adelantando en las votaciones finales al resto de participantes no me lo podía creer.

Viendo la calidad del resto de blogs, no entiendo muy bien qué ha ocurrido para que mi cuaderno de viajes haya conseguido clasificarse, pero ante todo, muchas gracias a todos los que lo votaron. Mi blog no es más que un diario personal sin pretensiones económicas en las que relato cada uno de mis días de aventura en algún lugar del mundo. Algo muy alejado del resto de propuestas que he visto en este concurso, tanto en forma como en contenido, más orientadas a la rentabilidad económica que a compartir experiencias. 

Ante todo, mi relato es natural. Lo escribo cada noche desde mi ipad, agotado desde la cama mientras mis compañeros de viaje duermen. Mis amigos, que lo leen desde España siempre dicen lo mismo: "qué ganas de ponerte escribir a esas horas y después de todo el día visitando lugares". Pero a mí, me encanta. Me ayuda a asimilar lo que he visto y a fijar en mi mente todas mis experiencias del día. Con el paso de los años, es el mejor recuerdo que puedo tener más allá de las cientos de fotos digitales que se agolpan en mi ordenador. Ninguna foto muestra el mundo tal cual se vive, sólo la memoria puede ayudarnos a volver a esos sitios en los que hemos estado.

lunes, 20 de octubre de 2014

En Quechua no existe el Adiós

Lima, 19 de octubre de 2014

Pese a habernos acostado a las 2 de la mañana, decidimos madrugar para disfrutar del poco tiempo que nos quedaba en Cuzco... Al fin y al cabo el último día no íbamos a holgazanear... a las 12,40 salía nuestro avión hacia Lima y a las 19 de la tarde el avión de Lima a Madrid. Poco nos quedaba ya por disfrutar y descubrir en La Ruta de los Incas, aunque la última mañana vino cargada de tensión.



Cuando nos levantamos no teníamos internet en el hostel.. pero bueno, tampoco era de extrañar, aquí las conexiones de internet van y vienen y es difícil encontrar una conexión mínimamente rápida. Nos duchamos y salimos a desayunar, pero el comedor estaba sólo iluminado con velas, muy bonito pero poco práctico. El conserje nos contó lo que ocurría... por un mantenimiento en Hidroeléctrica, cerca de Aguas Calientes, toda la zona iba a estar sin electricidad hasta las 11 de la mañana. Ahí empezamos a tener sudores fríos... y el aeropuerto? Funcionaría? habría retrasos? Nuestro vuelo llegaba a Lima a las 14,50 y a las 18 de la tarde embarcábamos rumbo a España. 



Efectivamente todo Cuzco estaba sin luz. Las tiendas no abrían y las que lo hacían eran auténticas cuevas en las que había que ir con linternas. Gracias a ello conseguí un buen precio en unos jerseys que compré. También nos ofrecieron visitar la Iglesia de Santa Catalina a mitad de su precio habitual ya que no había luz en el interior y no podía disfrutarse plenamente. Sin embargo, ni teníamos dinero ni podíamos sacar dinero en ningún cajero. Tampoco nuestros nervios eran los más adecuados al no saber si nuestro primer vuelo del día saldría en hora... Decidimos cambiar los pocos euros que teníamos a Soles para poder pagar el hostel y quedarnos con algo de suelto por si queríamos comer en el aeropuerto de Lima. 



domingo, 19 de octubre de 2014

Machu Pichu: maravilla del mundo

Cuzco, 18 de octubre de 2014

Después de levantarnos durante todo el viaje a las 6 de la mañana sin que llegase a sonar nuestro despertador, justo hoy, el día más importante, nos quedamos dormidos. Nos teníamos que levantar a las 3,55 de la mañana para empezar el trekking a las 4,30 y desayunar tranquilos, pero con estos horarios a mí se me fue la mano con el despertador y lo puse a las 4,55. Por suerte el dios del viaje nos echó un cable y despertó a Javi justo a las 4,30 de la mañana... así que a toda velocidad nos vestimos, cogimos nuestras cosas y pusimos rumbo al primero de los controles de Machu Pichu. 



Todavía era de noche y no había nadie por el pueblo. Sólo se oía el sonido del río que llevábamos tres días remontando y se veía la luz de algunos frontales a lo lejos. A las 5 abría el primer control en la base de la montaña de Machu Pichu y cuando llegamos, 10 minutos antes de la hora, ya había algo de cola para ser los primeros en subir. A esas horas todavía hacía frío pero la emoción hacía que nada importase.


 A la hora en punto se abrían las puertas y comenzaba nuestro ascenso a la montaña. En total eran 1789 peldaños cubiertos por la vegetación. Poco a poco la noche iba dejando pasando al día y cuando estábamos a mitad de la subida pudimos hacer algunas paradas para descansar, tomar agua y disfrutar de la vista. Las nubes estaban bajas y cubrian partes de las montañas, daban un aire misterioso al valle de los Incas. 


sábado, 18 de octubre de 2014

En la base de Machu Pichu

Aguas calientes, 17 de octubre de 2014

Nuestro último día de Camino Inca fue bastante más tranquilo y menos sufrido que los anteriores. A las 6 estábamos en pie, pero hasta casi las 11 no empezamos el trekking ya que un grupo de nuestros compañeros tenían una actividad de tirolina.



Mientras los esperábamos decidimos bajar al río, pero no tardamos mucho en subir porque los mosquitos se estaban poniendo las botas con nosotros. En el camino de vuelta a Javi le entró un apretón y tuvo que soltar lastre en el campo, su primera vez al aire libre y muy cerca de donde se hacía la tirolina. Tuvo suerte que yo llevaba el papel higiénico en el bolso. De vuelta a Santa Teresa por una vez nos relajamos y descansamos hasta las 11. En Santa Teresa no hay mucho más que hacer.



Una vez que el grupo estábamos reunidos de nuevo, cogimos una furgoneta durante un trayecto de media hora por una carretera terrible con el río bajo nosotros. Cuando nuestra furgoneta se cruzaba con un coche ambos tenían que maniobrar e ir a una zona más ancha para poder pasar. Al estar la hidroeléctrica ahí, por el camino había dos enormes saltos de agua artificiales y muy espectaculares.

viernes, 17 de octubre de 2014

Trekking por el camino inca



Santa Teresa, 16 de octubre de 2014

Pese a que hasta las 8 no teníamos que levantarnos, algunos amanecimos a las 6,30 por los animales y la luz del día. Esto no es Iquitos pero aquí el gallo y los pájaros también te despiertan con su sonido pronto.



Cuando salí de la choza y vi donde estábamos me quedé boquiabierto. Habíamos subido a lo alto de una colina desde la que se veía todo el valle. Los pájaros tropicales volaban en bandada bajo la choza y el sol despejaba poco a poco la bruma. Como tenía tiempo bajé un poco hasta un riachuelo que había a unos 10 minutos. Poco a poco la gente fue despertando.



Tras el desayuno nuestro guía nos explicó algunas cosas acerca de los productos típicos de aquí. Por ejemplo nos dijo que en Perú había más de 600 tipos de patata e incluso nos mostró un tipo que crece en vides y no bajo tierra. La Yuca al parecer es también un tipo de patata. También hay gran variedad de maíces, de donde sacan su chicha morada y café. Pudimos probar el chocolate puro, amargo pero muy rico y vimos la planta de la burundanga, que por sí sola es inofensiva.